Madrid en otoño, una pintura al aire libre



Si hay una época del año en la que Madrid brilla con todo su esplendor, esa es el otoño. Vale: los días son más cortos, pero el calor ya no aprieta y la ciudad invita a ser redescubierta. Los colores de los árboles le dan a las calles y plazas un aire único. Y los parques y jardines están más bonitos que nunca.

En este post te mostraremos los rincones más bonitos de la región que lucen más espectaculares que nunca en la época otoñal.
 

Campo del Moro




Este vasto jardín lleva el nombre de un líder musulmán en la Edad Media, Ali Ben Yusut, que trató de capturar la fortaleza que es ahora el Palacio Real. Sólo puedes acceder desde el lado del Paseo de la Virgen del Puerto, por lo que si vas desde la Cuesta de San Vicente o la Cuesta de la Vega te darás un buen paseo hasta llegar. Eso sí, como recompensa, te encontrarás con un frondoso, tranquilo y silencioso jardín (nada que ver con su entorno) donde es posible ver hasta pavos reales y olvidarte del mundo exterior. La fuente más cercana al palacio es conocida como Los Tritones, construida originalmente en 1657 para el palacio de Aranjuez; y la otra es la de Las Conchas, diseñada en el siglo XVIII por Ventura Rodríguez. Ambas fueron trasladadas aquí en la década de 1890.

 

 Hayedo de Montejo

El Hayedo de Montejo

Es tal la belleza y unicidad de este impresionante paraje natural que es necesario reservar entrada para poder recorrerlo e incluso el número de visitas al día está restringido. Este Espacio Natural Protegido se encuentra en las faldas de la Sierra de Ayllón y pertenece al municipio madrileño de Montejo de la Sierra. Es un bosque de unas 250 hectáreas llenas de imponentes hayas cuyas tonalidades anaranjadas en otoño la convierten en una de las arboledas más bonitas de la región.

Parque El Capricho


En el distrito de Barajas, hallarás un jardín que es una joya del Romanticismo, un monumento extraordinariamente conservado al gusto del siglo XVIII, el Capricho de la Alameda de Osuna. Dentro de sus 14 hectáreas te toparás con un río artificial, lagos, bosques, jardines, construcciones que simulan templos y sorprendentes rincones. Su construcción se inició en 1780 para los Duques de Osuna, la pareja más cultivada de la aristocracia de la época, promotores de las ideas de la Ilustración y mecenas de artistas.


Patones de Arriba

Patones de Arriba

Patones de Arriba

Sus calles empedradas, sus célebres casas de pizarra y su entorno enmarcado por los paisajes de media montaña han convertido a Patones de Arriba en uno de los municipios más visitados y fotografiados de la región y en una de las opciones preferidas por los madrileños en sus escapadas otoñales de fin de semana. Considerado como uno de los pueblos más pintorescos y con más encanto de España, Patones ofrece una de las muestras más representativas de arquitectura negra de la región, con la piedra de pizarra como principal elemento de construcción.



Casa de Campo

Casa de Campo



Con más de 1.722 hectáreas, la Casa de Campo es el espacio verde más grande de España. Su historia se remonta hasta el año 1553, cuando Felipe II traslada la Corte a Madrid compra la casa de campo de los Vargas, que irá ampliando con la incorporación de fincas de los alrededores. Durante el reinado de Fernando VI se declara Bosque Real y no será hasta la Segunda República cuando este pulmón de la ciudad deja de formar parte del patrimonio de la Corona y se convierte en un lugar público para uso y disfrute de los madrileños.


Fuente: Timeout Madrid

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